En la madrugada del pasado martes 8 de octubre de 2024 una tormenta eléctrica con vientos huracanados azotó a Puerto Cortés, provocando desastres como techos despojados, rótulos comerciales, postes de luz eléctrica y árboles caídos, sobretodo en la península.
95 viviendas fueron afectadas y otras 2 completamente destruidas; además, el fluido eléctrico estuvo interrumpido por más de 20 horas, lo que llamó a la acción inmediata al Comité de Emergencias Municipal (CODEM) y a la Corporación Municipal.
Tras la sesión extraordinaria #64 convocada urgentemente por la alcaldesa María Luisa Martell, la mayoría de regidores aprobó declarar Estado de Emergencia en el municipio con vigencia hasta el 31 de diciembre del presente año.
Esta medida cautelar se extendió por dos meses considerando que el país entra a la temporada ciclónica. De hecho, este fenómeno natural que causó daños a la infraestructura fue producto del Huracán Milton que se dirigía a Florida, Estados Unidos.
Inicialmente, la institución aprovechó los recursos que actualmente posee para iniciar ipso facto las labores de restauración de las viviendas, priorizando a las familias más vulnerables, como adultos mayores y mujeres embarazadas.
Recientemente, en la sesión extraordinaria #65, la Corporación Municipal aprobó, también por mayoría de votos, la compra de materiales de construcción requeridos por el CODEM para continuar con la reconstrucción y reparación de casas y establecimientos destruidos.
“No podemos quedarnos de brazos cruzados, debemos actuar”, mencionó con firmeza la alcaldesa Martell, quien además preside el CODEM. “Haremos todos los estudios posibles para prepararnos ante otra eventualidad”, agregó.
Cabe mencionar que diversas dependencias municipales respondieron con prontitud el día del incidente, como los departamentos de Servicios Públicos y Obras Menores, que desde horas de la mañana ya removían escombros y despejaban calles.
Avanzan con eficacia los trabajos y varios ciudadanos ya sienten paz al contar con sus tejados reparados, pero la obra aún no concluye y resta mucho por hacer para devolverle al porteño lo que perdió aquella madrugada del 8 de octubre.