500 porteños han sufrido los embates de las lluvias generadas en noviembre, dato revelado por el Comité de Emergencia Municipal (CODEM).
Como ya es sabido, todas las comunidades de la zona baja de Baracoa sufren en magnitud las consecuencias del exceso de lluvia en el municipio, directamente afectadas por el crecimiento del nivel del río Chamelecón.
Esto ha provocado inevitables inundaciones en Los Cerritos y en las áreas de producción de Sauce, Cedros, Caoba y Robles debido a la ruptura del bordo contiguo al canal Botija. De igual forma, estas comunidades están parcialmente incomunicadas por la inundación de las calles.
Asimismo, la saturación de agua en el suelo ha generado deslizamiento de tierra en Baracoa y sólo se puede acceder al Tapón de los Oros vía lancha o volqueta tras haber quedado sumergido el vado que permite el acceso de dicha comunidad.
En zonas como Remolino Ticamaya, Nueva Ticamaya, Nola y Kele Kele las producciones de maíz y palma africana se encuentran totalmente anegadas de agua, lo que provoca pérdidas en la economía del área rural.
Esos son algunos de tantos casos que se han reportado en los bajos de Baracoa, aunque también el sector Nuevos Horizontes y el sector Eco-Turístico también han sufrido inundaciones; este último sector presentó la socavación del muro de la Escuela Dionisio de Herrera de la comunidad de El Bálsamo, que además funciona como albergue.
El CODEM han reaccionado a los hechos provocados por la vulnerabilidad de las zonas ya conocidas. En las últimas horas se registra la evacuación de alrededor de 41 personas, aproximadamente, en sectores como Las Flores, Roque Paz, Tronconeras y en comunidades como Bum, La Unión y Km45 con lo que ya suman más de 80 personas evacuadas.
Actualmente ya se han activado los 13 albergues que estaban predestinados para atender la emergencia, alojando a 394 personas. Del mismo modo, hay 15 alojamientos solidarios, entre viviendas y cuarterías, ya albergando a 84 damnificados, con lo que hasta el momento se contabilizan 478 personas atendidas.
Se mantiene ayuda humanitaria con víveres, alimentación, asistencia sanitaria y seguridad en los albergues y alojamientos. También se mantiene constante monitoreo de los ríos Ulúa y Chamelecón, así como de los canales en Baracoa, Gualiqueme, Puente del 45, canal Botija, entre otros. Además, se están fumigando todos los puntos de alojamiento para controlar el dengue.
La Municipalidad también trabaja en el mejoramiento de los albergues, con reparación de baños y mantenimiento eléctrico. Además, continúa con labores de limpieza para lograr que la circulación del agua acumulada sea mayor.
Con la aprobación de un aumento presupuestario para hacer frente a la emergencia, el CODEM tiene un fondo de 10 millones de Lempiras para atender las necesidades de las personas afectadas y preparar medidas de contingencia más contundentes para reducir los daños por las intensas precipitaciones.
Las lluvias han retornado ante la amenaza de un nuevo fenómeno natural que ingresaría por la zona norte, por lo que Puerto Cortés continúa en alerta amarilla, manteniéndose al tanto pobladores y autoridades de cómo evolucionan las cosas.