José Trinidad Reyes Sevilla nació el 11 de junio de 1797 en San Miguel de Tegucigalpa. Diácono, presbítero y poeta, fue un polemista defensor de los derechos de la mujer y de los pobres. Prócer de Honduras, fundó la Universidad Autónoma de Honduras. Es un personaje relevante en el campo de la dramaturgia y está considerado como el iniciador de la poesía hondureña. También es autor de textos de contenido político que honran o denostan la memoria de diversos personajes. Murió el 20 de septiembre de 1855 en Tegucigalpa.
José Trinidad Reyes Sevilla (San Miguel de Tegucigalpa, 11 de junio de 1797-Tegucigalpa, 20 de septiembre de 1855) es hijo legítimo de Felipe Santiago Reyes (profesor de música) y María Francisca Sevilla. En su infancia y adolescencia aprendió la lectura, la doctrina cristiana, latín y clases de dibujo. En 1819 ingresó como novicio en el Convento de los Recoletos de León (Nicaragua) y en 1822 inició su carrera religiosa como diácono y presbítero. En Guatemala estudió los dramaturgos españoles y los clásicos griegos y latinos, además de algunas piezas dramáticas mexicanas.
José Trinidad está considerado como prócer de Honduras y fundador de la Universidad Autónoma de Honduras, que anteriormente se había usado como Casa de Gobierno «La Sociedad del Genio Emprendedor y del Buen Gusto». Organizó la primera Biblioteca de Honduras -denominada «Biblioteca de la Academia»- y también hizo funcionar la primera imprenta del país -«Imprenta de la Academia».
La obra poética de José Trinidad ofrece una dicotomía entre poemas de influencia neoclásica y textos con un aire popular y romántico. Es un personaje relevante en el campo de la dramaturgia; aunque su legado en la lírica es muy exiguo, está considerado como el iniciador de la poesía hondureña. Escribió varias pastorelas, que son las primeras manifestaciones teatrales en Centroamérica. También elaboró textos de contenido político que honran o denostan la memoria de diversos personajes.
Reyes defendió los derechos de la mujer, desde una posición muy cercana a la Ilustración. Luchó contra la pobreza y sus causas, ayudando a los pobres e insistiendo en su derecho a la educación no solo en asuntos de la fe, sino también en asuntos más mundanos como la cultura y las ciencias.