Lempira en lenca: «Señor de la sierra» o «Señor del cerro», en los documentos españoles escrito Elempira.
Nació alrededor de 1497, se había formado en las montañas de Cerquín, donde muy joven conoció a los invasores que amenazaban sus costumbres, violaban a sus mujeres y les robaban sus tierras. Pronto aprendió a combatirlos, llegando a ser jefe guerrero.
Los indígenas lencas, en su intento de resistir la brutalidad de los conquistadores se refugiaban en los más altos y rocosos cerros y montañas, llevando consigo a sus mujeres, hijos y provisiones. A estos sitios que servían de trincheras a los indígenas, los españoles les llamaban “peñoles”, Lempira estaba a cargo del de Cerquín.
Hacia 1537, se produjo el «Levantamiento de Cerquín», a cargo de Lempira, por orden del cacique Entepica que buscaba frenar la penetración española. La acción fue sofocada por los españoles, y con la muerte de Lempira -tendría entre 38 y 40 años- y la consecuente dispersión de los indígenas, se consolidó el dominio territorial español en la región occidental y central de Honduras.
«El Lempira», moneda de Honduras.
En 1932 se estableció su nombre como moneda oficial de Honduras, la primera emisión lo presentaba con una pluma, semejando la figura de un piel roja norteamericano. Luego se corrigió el error. Los hondureños con humor lo llaman «lempira desplumado», refiriéndose a la inflación que le ha quitado valor. |
Con el tiempo, la figura de Lempira se convirtió en una figura clave de la nacionalidad hondureña, al considerarlo como el iniciador de las luchas por la libertad y la defensa de Honduras, capaz de luchar hasta la muerte contra la dominación y la opresión. Es Héroe nacional, desde 1932 denominación de la moneda oficial, y todos los 20 de Julio se celebra el Día Nacional de Lempira.
Existen dos versiones sobre la historia de Lempira, una épica basada en lo escrito por cronista de Indias Antonio de Herrera y Tordesillas, en Historia general de los hechos de los Castellanos en las islas, tierra firme del Mar Océano y otra extraída de la Probanza de Méritos del español Rodrigo Ruiz, presunto verdugo de Lempira. La primera fue rescatada por el poeta José Miilla y Vidaurre (Guatemala, 1822 -1882) y por su poema que fue tomado como texto histórico, criollos y mestizos se enteraron de su existencia. La segunda versión toma fuerza en la década de 1970, cuando el historiador Felipe Martínez Castillo 1 rescata la Probanza de Méritos de Rodrigo Ruiz del Archivo de Indias de Sevilla.
En la obra de Herrera y Tordesillas, publicada en Madrid entre 1601 y 1615, cuenta que Lempira, miembro de la aristocracia lenca, organizó la resistencia hacia el año 1537. Realizó alianzas con tribus vecinas, incluso con las que estaba enemistado, organizando un ejército de 30.000 hombres procedentes de 200 pueblos. Lucho durante seis meses, hasta que fue asesinado a traición por los españoles.
Por su parte, Rodrigo Ruiz en el año 1558 realizó una Relación de Méritos ante la Audiencia de México, con el propósito de obtener una pensión. Allí cuenta haber tenido un combate frontal con Lempira, provisto de su espada y rodela, llevando su cabeza como trofeo y recibiendo en el camino muchas heridas de parte de los indios. Testigos compañeros del declarante, otros que estaban en Siguatepeque y le vieron llegar con la cabeza y otros que oyeron decir al capitán Alonso de Cáceres y al Adelantado Montejo que la pacificación de Cerquín se debió «a Rodrigo Ruiz, quien diera muerte en batalla al capitán indígena Elempira», ratificaron los dichos del solicitante. La probanza fue aprobada doce años después por el Virrey de Nueva España.