Conoces de la Enfermedad de la Viruela de Mono también llamada viruela símica o monkeypox, es una enfermedad infecciosa agrupada dentro de las zoonosis virales, es decir enfermedades que se transmite de los animales a las personas, toma su nombre por presentar síntomas similares a los observados en el pasado en pacientes con viruela y haberse detectado por primera vez en monos de laboratorio. Existen hospedadores naturales del virus de la viruela símica, como lo son ardillas arborícolas, ratas de Gambia, lirones enanos africanos, primates no humanos y otras especies.

 

Con la erradicación de la viruela en 1980 y el posterior cese de la vacunación contra la viruela, la viruela símica se ha convertido en el ortopoxvirus más importante para la salud pública. La viruela símica se presenta principalmente en África central y occidental, a menudo cerca de selvas tropicales, aunque su presencia está aumentando en las zonas urbanas del continente africano.

 

Fue detectada por primera vez en los seres humanos en 1970 en la República Democrática del Congo en un niño de nueve años, en una región en la que la viruela se había erradicado en 1968. Desde entonces, la mayoría de los casos se han notificado en regiones rurales de bosques tropicales de la cuenca del Congo, sobre todo en la República Democrática del Congo, y se han notificado cada vez más casos humanos en toda África central y occidental. Desde 1970 se han notificado casos humanos de viruela símica en 11 países africanos, al día de hoy, continúan notificándose casos endémicos.

 

El virus de la viruela símica pertenece al género Orthopoxvirus de la familia Poxviridae. Existen dos clados del virus, el clado centroafricano (cuenca del Congo) y el clado de África occidental, la enfermedad causada por el clado de la cuenca del Congo suele ser más grave y se ha documentado mayor facilidad su transmisión. Geográficamente la división entre ambos clados se ha situado, hasta ahora, en el Camerún, el único país donde se han encontrado ambos clados del virus.

 

Existen dos mecanismos de transmisión para la viruela símica, una directa y otra indirecta. La directa es la que se lleva a cabo de los animales a humanos, se produce por contacto directo con la sangre, los líquidos corporales o las lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados, hasta ahora son los roedores el reservorio natural documentado. Comer carne y otros productos animales mal cocinados de animales infectados es un factor de riesgo. La transmisión indirecta, ocurre de persona a persona puede producirse por contacto estrecho con secreciones de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona infectada, o con objetos contaminados recientemente. La transmisión a través de gotículas respiratorias suele requerir un contacto cara a cara prolongado, lo que aumenta el riesgo para los profesionales de la salud, los miembros del hogar y otros contactos estrechos de casos activos.

 

La transmisión también puede producirse a través de la placenta de la madre al feto, lo que puede generar casos de viruela símica congénita o por contacto estrecho durante y después del nacimiento. Es ampliamente conocido que el contacto físico estrecho es el factor de riesgo más importante, actualmente no está claro si la viruela símica tiene un mecanismo de transmisión sexual. De acuerdo a los últimos casos reportados en el mundo, durante el contacto sexual, el contacto cercano físico e íntimo de piel a piel o cara a cara puede conducir a la transmisión (a través del contacto directo con piel infecciosa o lesiones), lo que no está claro qué papel juegan los fluidos corporales sexuales, como el semen y los fluidos vaginales, en la transmisión de la viruela del mono.

 

Sin embargo, la cadena de transmisión más larga documentada en una comunidad ha aumentado en los últimos años de seis a nueve infecciones sucesivas de persona a persona, en la salud pública cobra gran relevancia conocer este dato para poder estimar la velocidad con que una enfermedad puede propagarse en una población. Se considera que el aumento de transmisibilidad puede deberse a la disminución de la inmunidad en todas las comunidades debido al cese de la vacunación contra la viruela.

 

El intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas conocido como periodo de incubación, suele ser de 6 a 13 días, aunque puede variar entre 5 y 21 días. Pueden distinguirse 4 periodos dentro de la enfermedad, conformados por periodo de incubación, periodo febril, de erupción cutánea y la convalecencia que es esperada durante la cuarta semana de la enfermedad. Para comprender mejor la enfermedad pueden describirse dos periodos infecciosos; el periodo de invasión y la de erupción cutánea.

 

Del día 0 al 5, cursa el periodo de invasión caracterizado por fiebre, dolor de cabeza intenso, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor lumbar, dolores musculares y falta de energía. Una característica distintiva de la viruela símica que la distingue de otras enfermedades, es la inflamación de los ganglios linfáticos, lo que permite diferenciarla inicialmente de otras enfermedades similares como los son varicela y sarampión.

 

A partir del día 1 al 3 después de la aparición de fiebre se presenta la erupción cutánea, que tiende a concentrarse sobre todo en la cara y las extremidades en lugar de en el tronco. Las zonas más afectadas son el rostro, las palmas de las manos y las plantas de los pies. También se ven afectadas las mucosas orales, los genitales y las conjuntivas, así como la córnea. La erupción cutánea tiene una evolución uniforme y secuencialmente de máculas (lesiones con una base plana) a pápulas (lesiones firmes ligeramente elevadas), vesículas (lesiones llenas de líquido claro), pústulas (lesiones llenas de líquido amarillento) y costras que se secan y se caen. El número de lesiones varía de unas pocas a varios miles. En pacientes con una forma grave de la enfermedad, las lesiones pueden unirse para formar una lesión que logrará desprender una gran porción de la piel.

La viruela símica es denominada una enfermedad autolimitada, es decir que por si sola transcurridos los 21 días aproximadamente, desaparecerá. Se han registrado casos graves en niños esto puede estar relacionado al grado de exposición al virus, el estado de salud previo del paciente, así como la magnitud de las complicaciones. Las deficiencias inmunitarias subyacentes pueden causar peores resultados.

 

Existe una similitud en el cuadro clínico de la viruela símica al de la viruela, infección por Orthopoxvirus que se declaró erradicada en todo el mundo en 1980. La viruela se transmitía más fácilmente y tenía un desenlace letal en el 30% de los pacientes. El último caso de viruela se produjo en 1977.

 

Han pasado más de 40 años desde que todos los países dejaron de vacunar de forma sistemática contra la viruela. Para abordar el diagnóstico de la enfermedad, de manera inicial deberá realizarse el diagnóstico diferencial con otras enfermedades exantemáticas, como se mencionó anteriormente, la similitud es primordialmente con varicela y sarampión, aunque deberán incluirse las infecciones bacterianas de la piel, la sarna, la sífilis y las alergias medicamentosas. Los ganglios infamados que aparecen al inicio de la enfermedad son clave para la diferenciación de varicela o de la viruela humana, donde este dato clínico, suele ausentarse.

 

La confirmación del diagnóstico, se realiza mediante una prueba molecular (PCR), las muestras se recolectan directamente de las lesiones cutáneas, techo o líquido de vesículas y pústulas, así como costras secas, las muestras de lesiones deben almacenarse en un tubo seco y estéril en este caso a diferencias de otras enfermedades no se requiere que el tubo contenga medios de transporte víricos, y deberán conservarse en refrigeración. No se ha evidenciado la eficacia para la confirmación de la viruela símica, de los métodos de detección de antígenos y anticuerpos, por lo que no es recomendable realizarlos. En cambio, se ha documentado que, en una persona vacunada con el virus de la vaccinia, como lo son personas que fueron vacunadas antes de la erradicación de la viruela, podrían llegar a dar resultados falsos positivos.

 

El tratamiento de la viruela símica va dirigido a los síntomas que presente el paciente, así como evitar complicaciones y secuelas a largo plazo. Es importante mantener hidratado al paciente y la alimentación habitual. En caso de presentar infecciones bacterianas secundarias deberán tratarse. Durante este tiempo transcurrido del 2022, al realizar el análisis de datos obtenidos en estudios en animales y humanos, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) autorizó el uso para la viruela símica de un antivírico denominado Tecovirimat que se había desarrollado para la viruela, sin embargo, todavía no está ampliamente disponible. Si bien se ha demostrado que las vacunas contra la viruela protegen contra la viruela del mono, existe una vacuna que está aprobada para la prevención de la viruela del mono, esta vacuna se basa en una cepa del virus vacciniea.

 

La prevención es de vital importancia para evitar la propagación de la enfermedad. Conocer los factores de riesgo y las medidas que se pueden adoptar para reducir la exposición al virus es la principal estrategia de prevención de la viruela símica.

 

Si bien se trata de una enfermedad que ha estado presente en África por décadas, las alarmas internacionales se prendieron el pasado 7 de mayo, cuando se registró el primer caso actual en Reino Unido, fue entonces que comenzó a circular en diferentes medios de comunicación la noticia acerca del brote de esta enfermedad en diferentes países de Europa, desde el 1 de enero de 2022, se han notificado a la OMS casos de viruela del mono en 42 Estados Miembros de cinco regiones de la OMS (las regiones de América, África, Europa, el Mediterráneo oriental y el Pacífico occidental). Al 27 de junio, se había notificado a la OMS un total de 3413 casos confirmados por laboratorio, incluida una muerte, en México se han confirmado 11 casos positivos. La muerte ocurrió en Nigeria, en un hombre de 40 años, la viruela símica fue una enfermedad que se sumó a las ya padecidas con anterioridad en este paciente. El brote de viruela del mono continúa afectando principalmente a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres que han reportado relaciones sexuales recientes con parejas nuevas o múltiples. No se espera que esta enfermedad se convierta en una pandemia como lo ocurrido con COVID-19, la diferencia entre una y otra radica en la transmisibilidad baja de la viruela símica. Hasta la fecha, todos los casos identificados en los países recientemente afectados cuyas muestras fueron confirmadas por PCR han sido identificados como infectados con el clado de África Occidental.

 

Actualmente, el riesgo para la salud pública a nivel mundial se evalúa como moderado teniendo en cuenta que esta es la primera vez que los casos y grupos de viruela del mono se notifican simultáneamente en muchos países en áreas geográficas de la OMS muy dispares y sin vínculos epidemiológicos conocidos con países donde se ha notificado viruela del mono durante muchos años. Los casos que se han identificado ocurren principalmente, pero no exclusivamente, entre hombres autoidentificados como parte de redes sexuales extendidas. La aparición repentina y la amplia escala geográfica indican que la transmisión generalizada de persona a persona está en marcha, por el momento todavía principalmente en un grupo demográfico y social, y el virus puede haber estado presente y no detectado durante varias semanas o más. Además, actualmente hay información epidemiológica y de laboratorio limitada, y el número real de casos es probablemente una subestimación. Esto puede deberse en parte a la falta de reconocimiento clínico temprano de una infección que anteriormente se sabía que ocurría principalmente en África occidental y central, la vigilancia limitada y la falta de diagnósticos rápidos.

 

En la actualidad, la transmisión en los países recientemente afectados está vinculada principalmente a contactos sexuales recientes. Existe una alta probabilidad de que se encuentren más casos sin cadenas de transmisión identificadas, incluso potencialmente en otros grupos de población. Dado el número de países de varias regiones de la OMS que notifican casos de viruela del mono, es muy probable que otros países identifiquen casos y haya una mayor propagación del virus.

 

Aunque el riesgo actual para la salud humana y para el público en general sigue siendo bajo, el riesgo para la salud pública sería mayor si este virus aprovecha la oportunidad de establecerse como un patógeno humano generalizado. También existe un riesgo para los trabajadores de la salud si no usan el equipo de protección personal adecuado para evitar contraer una infección; aunque no se ha informado en este brote actual, el riesgo de infecciones asociadas a la atención médica se ha documentado en el pasado. Existe la posibilidad de un mayor impacto en la salud con una mayor difusión en los grupos vulnerables, ya que se reconoce que el riesgo de enfermedad grave y mortalidad es mayor entre los niños y las personas inmunocomprometidas, incluidas las personas con VIH mal controlado. La infección por viruela del mono en el embarazo es poco conocida, aunque los datos limitados sugieren que la infección puede conducir a resultados adversos para el feto o el recién nacido.

 

En el pasado se demostró que la vacunación contra la viruela protegía cruzada contra la viruela del mono. Sin embargo, cualquier inmunidad contra la vacunación contra la viruela solo estará presente en personas mayores de 42 a 50 años o más, dependiendo del país, ya que los programas de vacunación contra la viruela terminaron en todo el mundo en 1980 después de la erradicación de la viruela. Las vacunas originales contra la viruela del programa de erradicación ya no están disponibles para el público en general. Además, la protección para aquellos que fueron vacunados puede haber disminuido con el tiempo.

Dado que la vacunación contra la viruela también protegía contra la viruela símica en África occidental y central, las poblaciones no vacunadas son también ahora más susceptibles a la infección por el virus de la viruela símica.

 

Fue en 2019, que se aprobó una vacuna aún más nueva con virus de la vacciniea atenuado modificado, para la prevención de la viruela símica. Se trata de una vacuna de dos dosis cuya disponibilidad sigue siendo limitada. Las vacunas contra la viruela y la viruela símica se desarrollan en formulaciones con virus de la vaccinia debido a que confieren cierta protección cruzada para la respuesta inmunitaria contra los ortopoxvirus. Un antiviral para tratar los ortopoxvirus, el tecovirimat, ha sido aprobado por la Agencia Europea de Medicamentos, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos y Health Canadá, sin embargo, su distribución es limitada.

 

Aunque ya no se dan casos de viruela de forma natural, el sector de la salud en todo el mundo permanece vigilante para detectar una posible reaparición a través de mecanismos naturales, accidentes de laboratorio o liberación intencionada. Para garantizar la preparación mundial en caso de resurgimiento de la viruela, se están desarrollando nuevas vacunas, pruebas diagnósticas y antivíricos, medidas todas ellas que también pueden resultar útiles para la prevención y el control de la viruela símica. En el Hospital Juárez de México se realizó un plan de respuesta ante la viruela símica lo cual permito generar una coordinación entre los diferentes servicios hospitalarios para la atención de los casos probables por esta enfermedad.