El mes de agosto está destinado según decreto publicado en la Gaceta, como el Mes de la Familia, fortaleciendo el núcleo esencial de la sociedad. Donde a nivel de iglesias, de entes y autoridades sociales, se ha tomado este mandato en el mes de agosto para realizar diferentes actividades, con el objeto de hacer énfasis en promover la unidad familiar y tratar de analizar la verdadera situación que reina en los hogares hondureños. No puede pasar inadvertido que se ve muy alegre y significativo el acto donde numerosas parejas se casan en nuestra alcaldía, porque este mes, se puede hacer de forma gratuita.
La vida en familia, nos permite experimentar momentos bellos: el descanso, las comidas juntos, los viajes y paseos, las visitas a los abuelos o familiares y amigos, visitar a enfermos, asistir a los duelos, las celebraciones especiales que convocan a todos, aunque vivan lejos, como la navidad, el año nuevo, el día de la madre, del padre, cumpleaños, etc.
Frente a las situaciones difíciles que afrontamos, no hay que perder la fe, y ese cambio en beneficio de las grandes mayorías, sabiendo que solo tiene un epicentro: La Familia Unida.